Qué sistema monté en plena cuarentena para aprovecharla al máximo y crecer personalmente.

Quien me conoce de cerca sabe lo disperso que puedo llegar a ser y lo frustrado que he vivido por épocas. Cambios de humor, desgana, silencio y malestar general son algunos de los síntomas que he tenido por muchos momentos de mi vida.

No te asustes, en otros he estado eufórico, lleno de energía, alegre y motivado para comerme el mundo. Pero no es el caso del texto de hoy… Mientras empiezo a escribir estas palabras, hace justo un año que se declaró la primera cuarentena estricta en España.

Hoy quiero contarte qué sistemas, herramientas y enfoque tuve durante los primeros meses de cuarentena para convertir una de las épocas más complicadas que probablemente viviré, en el año más productivo para mí a nivel laboral y sobretodo, personal.

Cómo en ocasiones anteriores, pilla algo de beber, ponte música instrumental de fondo y prepárate para un nuevo pergamino en forma de texto en el que habrá desde un libro que me cambia la vida, una app para meditar, madrugadas a las 5:30 am cuando no tenía nada que hacer realmente para terminar con un retiro de silencio. ¿Cómo te quedas?

Cómo empezó mi cuarentena y cuáles fueron los clicks que me hicieron actuar.

Como para todos, en un principio la cuarentena me parecía algo que iba a durar poco… ¿2 semanas? ¿1 mes?

Sería llevadero pero quería aprovecharlo.

¿Cómo? Durmiendo más tarde, bebiéndome una o dos cervezas cada noche y aprovechando ese nuevo momento para holgazanear todo lo que no hice durante los meses anteriores de mucho estrés.

Cómo casi siempre, soy un suertudo increíble. A pesar de que mi chica estaba en Lima, sin poder venir ni sin saber en qué momento podría, habíamos alquilado una casa y entré el día 1 de marzo a vivir en ella a la espera de que Danitza viniera el 29.

¿Cuál fue la suerte buscada sin saber la que se nos venía encima? ¡¡¡¡LA CASA TENÍA TERRAZA!!!!!

Yo, siendo una persona que necesita calle, deportes al aire libre y se le caen las paredes encima en algunas épocas de su vida, este era el primer gran regalo que la vida me hizo en 2020.

Durante esa primera semana o 10 días devoré un libro, vi un video de youtube y escuché un podcast que cambiaron la vida por completo:

Libro: El club de las 5 am

Hasta ese momento, para mí despertarme temprano era un quiero un no puedo el 80% de las veces. Sonaba el despertador cada 5 minutos durante media hora o a veces incluso más y la gran mayoría de las veces me levantaba frustrado por no haber madrugado lo que quería sumado a que había «dormido mal» esa última media hora con interrupciones cada 5 minutos.

El libro hay que tomarlo con moderación. no deja de ser una «americanada» en el que a través de una historia llamativa te cuenta que para conseguir el éxito debes ser una persona capaz de realizar sacrificios. Y el primero de ellos era: Madrugar a las 5:00 am y tener una rutina para aprovechar la mañana al máximo. Justo antes de que se levantaran todos y comenzara el día a día y las interrupciones.

¿Es esto para todos? Ni de broma. Olvídalo.

De hecho, en mi caso nunca conseguí despertarme a las 5 am pero sí a 5.30am o 6.00am y lo más importante: A LA PRIMERA.

¿Cuál fue el cambio de chip? La motivación. Tan simple de saberlo y tan complicada de obtener a veces.

Siempre me costó madrugar horrores… menos cuando estaba realmente motivado. Estos momentos eran… un partido de fútbol con 15 años, un chivatazo de buenas olas con 20 y un viaje a un lugar nuevo con 30. ¿Valía la pena el intento no?

Entonces… ¿Cómo encontré esa motivación para estar en cuarentena sin poder salir a la calle, en ERTE sin tener que madrugar para trabajar y con todo el día por delante libre.. y aún así consiguiera pegarme esos madrugones?

El podcast de Joan Gallardo

No recuerdo exactamente. Pero creo que fue investigando «cómo despertarte temprano a la primera» en Google, que llegué a un video random en Youtube de Euge Oller que hablaba de su rutina diaria.

El tipo se levantaba como a las 6 am o antes, entrenaba, bailaba, leía, escuchaba un post y luego a eso de las 8 o 9 empezaba su trabajo. ¿Te lo puedes creer?

Me llamó mucho la curiosidad el podcasts que mencionó en este u otro video: Joan Gallardo se había propuesto hacer un podcast diario durante un año, 365 días, sin parar y en el que transmitiera algo a sus seguidores siempre.

Proyecto realmente complicado de llevar a cabo pero Joan es un tipo que marcado por retos avanza en la dirección que quiere.

Comencé a aplicar la rutina que me había marcado gracias al libro y al video de Euge y que te comentaré un poco más adelante.

Joan me transmitió la suficiente motivación para madrugar a la primera. volver a leer libros de crecimiento personal, autoayuda, emprendeduría y marketing online y sobretodo, en cada audio me dejaba pensando en algo.

Sin duda, te invito a que vayas al día 1 de su podcast y comiences a escucharlo. 1 por día, con eso tendrás suficiente para rumiar todo el día sobre algún tema importante para el crecimiento interior.

Headspace: una aplicación para meditar que no me había funcionado antes

Allá por el 2017, tras haber estado 8 meses viajando por Europa y tener que volver porque era imposible alargar más el viaje.. tuve la brillante idea de Meditar.

Estaba de moda meditar en el sector emprendedor y yo me encontraba constantemente frustrado porque quería estar de nuevo fuera, viajando y conociendo Mundo como unos meses antes.

Lo intenté, de veras. En mi recuerdo lo había intentado «por lo menos» 1 mes.

¿Cuál fue mi sorpresa? Que al retomar la app el año pasado en la cuarentena lo había intentado 5 tristes días jajaja

Simplemente, no era mi momento para aprender a meditar pero esto lo he podido ver ahora.

Hasta que la volví a probar. Para mí meditar era algo que «no iba conmigo». ¿Verdad Danitza? jajaja

El caso es que volví a probarla en el momento justo, con la motivación necesaria y esta vez en español. ¡Cómo ha mejorado la app! ¿O era yo el que ha cambiado y no lo quería verlo?

El 9 de abril, ya con la cuarentena aceptada y con ganas de aprovecharla, fue el primer día que medite y lo hice sin parar hasta el 24 de junio. ¿Increíble no?

Si me hubieran leído mi futuro unos meses antes me hubiera dolido la barriga de la risa.

Pero si, ahí estaba yo, madrugando, haciendo deporte, leyendo y meditando a diario en medio de una pandemia Mundial en el que escuchar los aplausos y el «sobreviviré» era lo más excitante de su día a día.

Y ahora si.. ¿Cuál fue mi sistema para conseguir aprovechar al máximo la cuarentena y salir fortalecido?

Simplemente me reté y a mí me encantan los retos. Es lo que me funciona en muchos casos para conseguir avanzar.

Gracias a que me reté para aprovechar el tiempo, me reté para saber si era capaz de conseguir lo que me propusiera y me hice un esquema a mano, con boli y papel en el que fuera marcando cada día si conseguía el reto o no durante 60 días, conseguir crear un sistema que motivara lo suficiente como para llevarlo a cabo:

Repito, no 5… ni 10… ni 20… sino 60 días en los que iba a hacer lo siguiente:

• Madrugar al menos 6 días a la semana a la primera y antes de las 6:00 am.
• Entrenar al menos media hora después de tomarme el café.
• Escuchar un podcast de Joan Gallardo mientras entrenaba.
• Meditar al menos 10 minutos con la app de headspace.
• Leer al menos 1 hora antes de comenzar mi día normal.
• Escribir un diario para hacerme un seguimiento y mejorar.
• Comer mejor cada día acompañado de una nutricionista súper crack: Laura FitnessTrainer

Cada día que pasaba, marcaba con una X el día anterior y era tal el chute de motivación de sentirme útil y sentir cada día antes de las 9 am ya había aprovechado el día y que pasara lo que pasara para mi ya había tenido sentido, que dejó de costar levantarme a las 5:30 para convertirse en una rutina «natural».

Me acabo de dar cuenta ahora, que ni siquiera me hicieron falta 60 días para cambiar el hábito como decía el libro del club de las 5 AM.

Y también me acabo de dar cuenta y esto me gusta más todavía, que si la cuarentena empezó el 14 de marzo, tardé menos de 10 días en convertir una situación pésima en una de las mejores épocas de mi vida. ¡Bien por mí y gracias a todos los que me acompañaron en esos momentos!

Una vez decidido que quería madrugar y quería empezar mi día a tope se tradujo en que ya no necesitaba dormirme a las 00:00 perdiendo el tiempo viendo las Redes Sociales.

Ahora quería dormirme sobre las 22:30 para tener suficiente margen, dormir lo necesario y madrugar y empezar mi día a tope.

¿Qué te parece esta rutina? ¿Serías capaz de llevarla a cabo?

Ni mucho menos te aconsejaría llevarla, no es para todo el Mundo.

Pero, al menos en mi caso, fue lo que hizo que explotara mi bienestar interior, pudiera tomarme la cuarentena como un reto y aprovechara al máximo el regalo de poder parar máquinas.

Se acabó el ir como una moto todo el día con el piloto automático puesto, había entrado en una nueva época de mi vida que espero que me dure mucho tiempo.

Y esta época la puedo denominar: «Puedo conseguir lo que me proponga si la motivación es la correcta«

Solo tengo que conseguir una motivación lo suficientemente fuerte para que me mueva del asiento y seguir trabajando mi crecimiento interior para tener las herramientas necesarias para llevarlo a cabo.

Curso de Mindfulness y retiro de silencio

No te voy a engañar, cuando pudimos volver a salir a la calle en Mayo y volvimos a esa rutina del día a día me sentí un poco vacío. Incluso frustrado.

Me preguntaba ¿Cómo puedo seguir teniendo los mismos hábitos con las distracciones de poder salir a la calle, quedar con amigos, surfear o simplemente dormirme más tarde cada día?

Tuve que aceptar que el tiempo es limitado y en este momento si no meditaba o madrugaba cada día no pasaba nada. Pero al menos, lo intentaría llevar a cabo la mayoría de las veces. ¡Y lo conseguí!

Llevaba como 5 años rechazando formalmente a mi amigo Alfredo del Faro Mindfulness para participar en el curso MBSR «Mindfulness Based Stress Reduction Program»: Programa para adultos orientado a reducir el estrés y mejorar el bienestar personal.

Años atrás (y a veces todavía) vivía constantemente estresado y frustrado y el programa me hubiera venido de perlas. ¿Estaba tonto? ¿Ciego? Simplemente me había negado por completo por desconocimiento y porque tras haber intentado meditar en 2017 había decidido de manera unilateral que eso no era para mí.

Esta vez fue diferente, una vez le cuento a Alfredo lo bien que me fue la cuarentena, que ahora meditaba y estaba más calmado… mi amigo aprovechó la oportunidad para no dejarme escapar y me dijo: Este es tu momento para hacer el programa MBSR, empiezas en septiembre.

¿What? ¿Sin meditarlo? ¿Impuesto? Me puse un millón de excusas para no hacerlo pero hoy solo tengo palabras de agradecimiento para mi amigo porque ha sido desbloquear otro de los logros más importantes de mi vida. De nuevo GRACIAS.

No me voy a extender porque el curso y Alfredo se merecen un post completo, solo te diré que mi idea del Mindfulness estaba tan lejos de la realidad que no tenía ni p* idea de lo que realmente era.

El caso es que, tras 8 semanas de clases en las que trabajamos la respiración, entender porque tenemos miles de pensamientos a diarios, la asertividad y otras técnicas de mindfulness todo concluyó con… atención: UN RETIRO DE SILENCIO DE 9 HORAS.

¿Perdona? yo que vivo conectado al móvil, que hablo hasta debajo del agua y que no sabía parar mi día a día hasta el 2020 iba a estar 9 horas a solas… ¿Conmigo?

De las mejores cosas que me pasaron en 2020 con diferencia. Ni te imaginas la cantidad de pesos que me quité de encima en mi cabeza, lo bien que me sentí estando conmigo y lo especial que fue ese retiro para mi crecimiento personal.

Pero…. como ya voy casi 2000 palabras, soy un tipo de ciencias que no creía en nada de esto y parece que el texto lo he escrito mientras practicaba un ritual de Ayahuasca en la selva… ¿mejor seguimos otro día no?

Conclusiones

Sinceramente, espero que leer este texto haya producido en ti al menos dos de las siguientes sensaciones:

• Indiferencia. No te preocupes no a todos les toca la fibra lo mismo y en este caso no era yo el que tenía que hacerlo.
• Envidia. No te preocupes, está en tu mano cambiar tu día a día para mejorar tu vida.
• Compasión. Si ya has decidido que lo tuyo no es madrugar, ni meditar, ni leer porque te da pereza… suerte!
• Motivación. Cuéntame cómo piensas cambiar el chip o si ya lo estás haciendo. A veces es más motivante avisar a todo el mundo de lo que te propones porque ya tienes un «compromiso social» y no hay vuelta atrás.

Cuéntame en comentarios qué te ha parecido mi sistema, cuál fue el tuyo y que pretendes hacer desde hoy mismo para mejorar tu día a día.

Por mi parte seguiré avanzando, seguiré retándome y gracias a ello estás leyendo este post.

¡Un abrazo!